Durante
gran parte de este siglo, el mundo se ha sumergido en la crisis migratoria más
grande de los últimos tiempos, comparable con crisis de magnitudes globales
como la I y II guerra mundial. Esta crisis, al igual que las otras, ha
producido el desplazamiento de millones de personas que buscan mejores condiciones de vida, pero con consecuencias
sangrientas debido a las peligrosas rutas de escape y las constantes
limitaciones de movilidad que muchas naciones imponen para protegerse de la
avalancha humana.
El fenómeno
de la migración humana es tan antiguo como la humanidad misma. Desde siempre el
ser humano ha huido del riesgo inminente de catástrofes naturales, factores ambientales
y principalmente de conflictos bélicos, que de una u otra forma han puesto en
riesgo, la supervivencia de las personas que habitan esos territorios diezmados
a consecuencia de muchos factores.