Nadie se imaginó nunca, que un pequeño proyecto de compartir documentos científicos, lograra en tan poco tiempo, cambios tan radicales en nuestra cultura comunicacional como la invención de la Web.
La Web conquistó todos los ámbitos del internet, convirtiéndose en la tecnología por excelencia para la interacción entre usuarios y prestadores de servicios, hasta convertirse en la red de redes que interconectó todo a su paso y permitió el surgimiento de nuevas tecnologías que florecen bajo su sombras.
El crecimiento exponencial de la Web, ha permitido almacenar gran parte de los datos generados por toda la humanidad, convirtiéndose en el reservorio universal del conocimiento, accesible desde cualquier lugar y con mínimas restricciones gubernamentales.
A medida que las redes sociales explotaban las potencialidades de la tecnología Web, apoderándose de todo a su paso, los geodatos fueron cada días más demandados por las aplicaciones móviles, que deseaban analizar de forma espacial, las ubicaciones de sus usuarios, para ofrecer productos y servicios a la medida de sus necesidades.
El surgimiento de los estándares desarrollados por la Open Geospatial Consortium (OGC), que posteriormente fueron asumidos como estándares ISO por todo la Web, facilitó la forma de compartir los geodatos y definitivamente permitió la creación de los SIG en la Web.
Con el surgimiento de servicios de datos en la Web, que permitían la interoperabilidad de la información espacial. Los datos podían ser compartidos en cualquier medio digital, sin limitación alguna, derrotando de esta forma, las barreras impuestas por corporaciones que pretendían hegemónicamente, apoderarse de la información y limitar su uso, con la utilización de formatos de archivos propios y con muchas restricciones.
Las condiciones estaban dadas para la explosión vertiginosa que produjo los geodatos en el entorno web. Tecnologías como las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) y los Geoportales abonaron el camino para la conquista definitiva de la Web, por todas estas tecnologías de la información y en especial las ligadas a los geodatos.
Los nuevos esquemas de negocio que implicó el desarrollo de la tecnología móvil, le imprimió el empuje definitivo para la consolidación de los SIG en la Web, que en definitiva está aprovechando, casi de manera gratuita, el cumulo de geodatos disponibles en la Web.
Es cierto que los geodatos conquistaron la Web, pero son los SIG web que aprovechan su potencial para analizar y modelar comportamientos de consumo, que sustentan las bases de los nuevos esquemas de negocio en la Web, ya el mercado dejo a un lado lo privativo, sustituyéndolo progresivamente por publicidad y mercadeo.
En una Web cada vez más libre, los datos que se comparten en las aplicaciones, especialmente los geodatos, forman parte de un intrincado negocio privativo, pagamos con datos, sin saberlo, y esos datos son necesarios para sustentar el intrincado mundo de la web.
En la era de la información, los datos son la clave para implementar servicios y ofrecer productos a la medida. En este sentido, la importancia de los geodatos en la Web, es que ellos, representan la ubicación espacial del cliente, en un entorno geográfico que le permiten, a las corporaciones tecnológicas, ofrecer servicios y productos de manera eficiente, aportando una visión espacial al marketing moderno.
Tanto las aplicaciones web como las móviles, utilizan los geodatos disponibles para realizar análisis espacial, aprovechando las funcionalidades de los SIG, permitiendo modelar realidades y predecir comportamientos de conductas humanas, para implantar modelos de negocios y sacar ventajas comparativas en el posicionamiento web de lo ofrecido.
El futuro de los geodatos en la web es próspero y creciente, todos nos beneficiaremos de ello, o por lo menos intentaremos aprovechar su potencial para desarrollar nuevos productos y servicios ligados a la información espacial, que serán el sustento de las nuevas tecnologías que cambiaran radicalmente nuestras vidas.
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